Pagar promesa

¿ Será que a dios le interesa que andes arrodillado por tres kilómetros o que te gastes un dineral en ponerle una placa que diga "por los favores recibidos"? ¿Será que mientras no haces nada por cambiar resuelves tus problemas de conciencia yendo a misa y prendiendo velas? Recordaba en estos días de semana santa el pasaje de la Biblia donde los sacrificios que daba Abel a Dios salia humo blanco y los que daba Caín salia humo negro, y todo esto porque la calidad del sacrificio era básicamente distinta. Mientras Abel escogía para ser sacrificado lo mejor que tenia,  Caín  escogía lo que le sobraba y le estorbaba. No se de la existencia de dios. Es algo que ni me pregunto ni mucho menos discuto. Pero si se trata de hacer promesas, no seria como mejor, por ejemplo, sembrar un árbol, o recoger algo de basura todos los días mientras se camina por las calles cotidianas. Confucio decía: "Si sirves a la naturaleza ella te servirá a ti" ¿No es como mejor alternativa que hincarse de rodillas? Si al final debiera preguntarle algo a dios, me uno Leon Gieco: "Sólo le pido a dios que la guerra no me sea indiferente"

Asunto olvidado

En mis tiempos de estudiante en un colegio religioso aprendí el Padre Nuestro como "perdónanos nuestras deudas así como perdonamos a nuestros deudores". Posteriormente me asombraría que se cambió esa parte del texto que viene desde los tiempos de Cristo como "perdónanos nuestras ofensas así como perdonamos a los que nos ofenden". La curiosidad fue saldada cuando me enteré que en los años ochenta, luego que los EEUU hiciera un juego con el valor del dolar y trajo como consecuencia que los países del "tercer mundo" duplicaran y hasta triplicaran su deuda. Los diversos movimientos religiosos progresistas y los denominados de la Teología de la Liberación, presionaron al Vaticano para que se sumaran a las voces que clamaban por el perdón de la Deuda, ya que así lo predicaba el Padre Nuestro, y que no había nada más cristiano que perdonar la deuda. La solución que encontró Juan Pablo II fue cambiar el Padre nuestro y asunto olvidado.