Asunto olvidado

En mis tiempos de estudiante en un colegio religioso aprendí el Padre Nuestro como "perdónanos nuestras deudas así como perdonamos a nuestros deudores". Posteriormente me asombraría que se cambió esa parte del texto que viene desde los tiempos de Cristo como "perdónanos nuestras ofensas así como perdonamos a los que nos ofenden". La curiosidad fue saldada cuando me enteré que en los años ochenta, luego que los EEUU hiciera un juego con el valor del dolar y trajo como consecuencia que los países del "tercer mundo" duplicaran y hasta triplicaran su deuda. Los diversos movimientos religiosos progresistas y los denominados de la Teología de la Liberación, presionaron al Vaticano para que se sumaran a las voces que clamaban por el perdón de la Deuda, ya que así lo predicaba el Padre Nuestro, y que no había nada más cristiano que perdonar la deuda. La solución que encontró Juan Pablo II fue cambiar el Padre nuestro y asunto olvidado.

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