CREDO

Sin creer en Dios todopoderoso, creo en el hombre creador de la tierra y de la imagen de su cielo. Hombre que se emociona frente al resplandor de la luna, que comparte con playas, árboles, animales, su existencia. Que desde la prehistoria hasta hoy, desde niño hasta viejo, pinta el sol, habla de nubes y cree en las flores con toda su alma.A pesar de la existencia de la destrucción de esta casa nuestra, por mano del hombre que se cree tantas veces poderoso y omnipotente, a pesar de la existencia del dinero, mediador de todas las relaciones y prostituidor de lo humano. A pesar de la bomba atómica, siempre dispuesta a acabar con las creencias, los pajaritos, los caballos y los átomos, creo en la infinita magia reproductora de la célula, y en Mario Benedetti, defensor de la alegría hasta de la alegría misma, que con mucha angustia hizo y nunca pudo hacerle un poema a la bomba atómica con su consecuente nada.Sin creer en un sólo Dios, creo en César Vallejo, que nación un día en dios estuvo enfermo y que murió un Viernes Santo en París cuando todos los apaleaban sin que él les hiciera nada teniendo como testigos los huesos humeros, la soledad, los caminos.A pesar de esta época, nacida de inumerables tiempos de historia, época de comprar, de vender, y de hombres que son el único animal que teniendo hambre deja de comer teniendo comida a la vista. Época de opresión, que estructura la miseria, que planifica la represión, que inventa y reinventa la mentira. A pesar de esta época, creo en el espíritu del Che. Creo en Javier Heraud, poeta que un día escribió “y no es que me ría de la muerte, sino simplemente que no tengo miedo de morir entre pájaros y árboles”, y otro día, lavando trastes y platos en un río de la amazonía peruana murió acribillado entre pájaros y árboles. Creo en Roque Dalton, que se burló tanto de la muerte, que dijo que el comunismo sería una aspirina del tamaño del sol en su poema sobre dolores de cabeza, y otra vez dijo, que todo patriota debía odiar a su país de una manera creativa.Creo en el futuro, y en la lucha del futuro nuestro. Creo como dice Alí, que la pelea es desigual, pero hay que hacer la pelea. Creo en Andrés Eloy Blanco, y que los angelitos negros un día tomarán el poder en la tiranía delcielo. Creo en Aquiles Nazoa, en su credo, en su ratoncita presumida, en su perro callejero, y creo que en vez de vender los cuadros de Armando Reverón en millones deberíamos darselos de comer al caballo que se alimentaba de jardines.Creo en la vida cotidiana, y en como dice Eduardo Galeano, que la duda es un vientre ancho y fecundo. Creo en Juan Gelman y en su coraje de sacar su amor con estropeaduras y todo. Creo que no hacemos nada con mistificar el amor, y que es revolucionario tomar como armas la sinceridad, la honestidad, y el vernos con nuestras mentiras, y no a partir de un nosotros ideal.Creo en Carlos Augusto León, y en que el día en que todos abramos los ojos será el alba del hombre. Creo en como dice Fernando Paz Castillo que todo el mundo ama la flor, pero pocos recuerdan cuando trabaja la raíz profunda por encontrar la vida.Creo que mi mayor satisfacción ha sido la presencia de mis amigos, las lágrimas, las risas, los abrazos, el abrirnos nuestras historias para poder reinventar el mundo.Creo en la juventud y no en las edades. Creo que Luis Luksic es un niño, así como Chaplin y Neill. Creo que existe el miedo, y como canta Raimon “a veces la paz es sólo miedo”Creo en mí mismo, y creo como dice Jorge Herrera: “Caminante, los gorriones que abandonan sus prisiones, para recobrar su vuelo, necesitan la fuerza de otros gorriones”Creo que en estos tiempos Venezuela es el Cuzco del mundo, y apuesto a la construcción de la esperanza que estamos hombro con hombro haciendo.

1985

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