ideas sueltas

Estos tiempos me recuerdan los versos del poeta César Vallejo:

“Sabrán los ignorantes,
ignorarán los sabios”

Uno ve como constitucionalistas con amplios currícula no se dieron cuenta que el 11 de Abril se violó la constitución y vimos muchísima gente humilde con la Constitución en la mano ubicando claramente cada una de las violaciones.
Nos hemos convertido, gracias a este proceso en ávidos conocedores de temas petroleros, en expertos conocedores de las leyes y nuestros derechos, etc. Son tiempos en que se ha democratizado el conocimiento y en que muchos enceguecidos por el antichavismo han guardado su prestigio y su inteligencia en la gaveta.


En “La Historia Interminable” de Michael Ende hay un pasaje en que cada vez que el personaje conquistaba una fantasía de poder, perdía un recuerdo. El personaje en la necesidad de regresar del mundo de “Fantasia” a la realidad, estaba a punto de no poder lograrlo porque ya casi no poseía recuerdos. Tuvo que ir a una mina donde se guardaban los sueños y recuerdos perdidos, que eran cuidadosamente guardados por un minero, ya que allí se convertían en unas telas muy frágiles que con cualquier vientecillo se deshacían.
Recordaba esto porque tengo un amigo en la “Coordinadora Democrática”. Siempre lo vi con mucha admiración, por su inteligencia y sus convicciones políticas que estuvieron acompañadas de frescura y buena voluntad.
Hoy no entiendo que hace allí. Creo que estará satisfecho por las posiciones logradas, pero cuantos recuerdos y sueños habrán dejado en el camino. No fueron pocas las veces en que hablamos de Benedetti, de Galeano, de Aquiles Nazca. No fueron pocas las actividades en que participamos juntos creyendo en un mundo mejor. Recuerdo en particular, cuando el bombardeo al Líbano, cómo tomamos la embajada de Israel en protesta.
Puedo entender que se esté en desacuerdo con este proceso. Lo que no puedo entender es cómo se puede codearse con adecos, copeyanos, con los bandidos que siempre lo han sido de la CTV, o con empresarios que se acostumbraron toda la vida a comer de la teta del Estado y a comprar políticos a diestra y siniestra. No se puede estar en esa posición sin haber abandonado los recuerdos y los sueños.
Como diría nuestra amiga común Fabiola:
“Hay que pelear por los sueños, porque sueño que se abandona se muere. Y de qué le sirve a un hombre vivo la desgastada caparazón de un sueño muerto.”


En “La Historia de Garabombo el Invisible” del escritor Manuel Scorza, hay un capítulo que puede ser muy didáctico en la Venezuela actual.
Hay un personaje que se llama Remigio “el jorobado”. Este personaje era el borrachito del pueblo, que en su demencia era el único habitante que se atrevía a decir las verdades. “Que el prefecto es un ladrón”, “que los policías son unos desgraciados y unos jalabolas de los ricos”, et., etc. Era cotidiano que terminara pasando la noche en el calabozo del pueblo después de recibir algunos golpes.
Sin embargo era muy querido y aceptado por los pobladores, quien sabe porque expresaba lo que los demás no se atrevían.
Un día al prefecto, frente a la plaza, se le cayó una moneda. Se presentó una situación difícil. Él, como prefecto, no podía rebajarse a recoger la moneda, y nadie del pueblo podía tener la osadía de tomar una moneda que le pertenecía al prefecto.
Allí quedó la moneda varios días hasta que llegó Remigio diciendo algo así como “me cago en el prefecto” y tomó la moneda.
Al enterarse el prefecto de lo sucedido fue hasta donde Remigio y le dio una cachetada. Eso significó que ya nadie del pueblo podía acercársele ni brindarle su solidaridad.
Iba pasando el tiempo y Remigio ya casi se moría de hambre. En una fiesta de la alta sociedad uno de sus miembros entre wiskies logró convencer al prefecto de que perdonara a Remigio, que después de todo “era sólo un loco”.
Al día siguiente el prefecto se le acercó a Remigio y lo perdonó.
Empezaron a suceder cosas extraordinarias.
A Remigio se le empezó a quitar la joroba. Empezó a hablar sin groserías. Fue contratado por la compañía la cual pertenecía al Prefecto. Empezó a vestirse bien, ascendió rápidamente por su “inteligencia y capacidad” hasta llegar a ser el presidente de la misma. Se codeó con la alta sociedad y fue invitado especial a muchas de sus fiestas. Hasta llegó a ser el pretendiente de la hija del prefecto. Dejó de ser Remigio “el jorobado” y se convirtió en Hermigio “el hermoso”.
Pero en poco tiempo el ahora Hermigio también perdió la simpatía que le deparaba el pueblo que añoraba las impertinencias y verdades del olvidado Remigio.
Un día, quien sabe por los efectos de uno que otro licor fino, se acordó de su vivir pasado y le recriminó al Prefecto algunas injusticias que sucedían en su empresa. Lo volvieron a execrar y volvió a ser Remigio. Le creció la joroba, perdió su trabajo, no tuvo como pagar sus gastos, volvió a la calle, volvió a tomar nuevamente el licor de carterita. Remigio “el jorobado” después de una fugaz pasantía por el mundo del poder económico, regresó a sus cotidianos encierros en el calabozo del pueblo.

El poder económico y su prefecto mayor que son los medios de comunicación privados, en la Venezuela actual, ¿cuántos Remigios jorobados y cuántos Hermigios hermosos produce? ¿Dónde está Otto Neustaldt que fue durante poco tiempo Remigio “el jorobado”? ¿Cuántos eran ladrones, groseros, apátridas y por defender los intereses de los poderosos hoy son “héroes” de la Patria?


Tuve el placer de conocer a Alí Primera a propósito de un acto organizado por la Liga Socialista un 23 de Enero en el 23 de Enero. Él estaba entre los oradores en la tarima.
En eso se armó la “sanpablera”. Vino la Policía Metropolitana, tomó posesión de uno de los bloques y fue subiendo piso a piso. Cada vez que pasaba por el lado cercano a la concentración disparaba hacia la gente, y subía otro piso y volvía a disparar. Y así sucesivamente. Se formó un cordón de seguridad para proteger el acto, y cada vez que la policía disparaba nos tirábamos al piso. Allí conocí el ruido que produce una bala que no te cae en el cuerpo y también conocí como alguien que está cerca de ti se cae al piso.
En una de esas tiradas al piso me doy cuenta que Alí Primera está al lado mío. Alí Primera era incapaz de estar protegido en una tarima sabiendo que había gente corriendo riesgo abajo.

En esos mis primeros años de universitario se hacían muchos actos de solidaridad en el Aula Magna: por la libertad de los presos políticos, por el derecho a la educación, en solidaridad con Nicaragua, o con El Salvador, etc. Estos actos que a veces eran maratónicos, normalmente tenían como figura central la actuación de Alí Primera, y eran animados, muchos de ellos, por Pedro León Zapata.
Durante años admiré a Zapata, el mismo al que Aquiles Nazoa le escribiera una de sus mejores piezas: “Zapata, dibújame un perro”. Hoy da tristeza verlo en Altamira citando a Aquiles Nazoa, o desde un hotel cinco estrellas recitar a Pablo Neruda. En la última marcha rayaron su mural. Por lo cual los medios aprovecharon de llorar como acostumbran. Por cierto no me pareció ni tan mal hecho, ya que sólo rayaron el espacio donde está la firma y lo hicieron con una letra muy parecida a la suya.
Esa raya ya fue limpiada por Zapata y otros más. Esa raya es fácil de lavar. La raya imposible de lavar es aquella propaganda de apoyo a la candidatura de Jaime Lusinchi.
Otra raya difícil de lavar, la de Soledad Bravo, que después de años de ser una cantante que mandaba a combatir a los demás, fue la figura central del acto cuando ganó su segunda presidencia Carlos Andrés Pérez, que se realizó en el Estadio Universitario.
No asombra pues sus actuales posiciones políticas del lado de las derechas más recalcitrantes. Las conciencias que tienen precio nunca fueron conciencia. Por cierto Soledad Bravo cantó en Hannover contratada por este gobierno que quiere desconocer. (Cobró varios miles de dólares).




Cuando la Revolución China, el ejército de Mao Tse Tung se inició con muy pocas personas, mientras las fuerzas del orden eran numerosas. Mientras el Ejercito Imperial perseguía a los rebeldes, cada vez que pasaba por un poblado arrasaba todo lo que veía: Metía presos a pobladores, quemaba casas, los soldados violaban mujeres, obligaban a los pobladores a entregarles alimentos, etc. Por el contrario cada vez que llegaba el ejército de Mao Tse Tung, sólo aceptaban la comida que voluntariamente les ofrecieran, respetaban a los pobladores y realizaban trabajos comunitarios. Es así como las tropas de Mao pasaron de ser de unos pocos miles a millones.
Traigo a colación esta reflexión porque por allí donde pase el Chavismo debe comportarse de una manera ejemplar. Sólo así se podrá convencer de que este proyecto es fiel representante de una nueva manera de ver al Mundo y de proponer un nuevo amanecer.


Hay un cuento chino que dice más o menos así:
Había una vez un príncipe que poseía el poder económico y político y que era muy considerado por todos los pobladores gracias a esos mismos poderes. Sin embargo la gente acudía permanentemente a visitar a un viejo ermitaño que vivía en las interioridades del bosque.
Al llegar a conocer el príncipe que los pobladores visitaban a este extraño ermitaño quiso saber porque lo hacían, y las personas a las que les preguntó le contestaron que era un sabio que les ofrecía grandes enseñanzas para la vida.
El príncipe decidió ir a visitar al ermitaño. Cuando se encontraron, el ermitaño le preguntó al príncipe si es que él se consideraba poderoso.
- Pues claro – le respondió el príncipe- tengo grandes extensiones de tierra, poseo el mejor ganado de miles de hectáreas a la redonda, poseo miles de empleados que están a mi servicio, el dinero que tengo acumulado es incalculable, etc.
- ¿Tú crees que tienes el poder de destruir a este grillo? – le dijo el sabio mostrándole al animalejo.
- Claro que sí – le dijo el poderoso- dando de un manotazo rápido una pronta muerte al grillo.
- Ahora, ¿tú crees tener el poder de reconstruirlo?
- Por supuesto que no, ya el animal está muerto.
- Entonces no eres poderoso – le contestó sabiamente el ermitaño.

Hay “poderosos” que implementaron el Paro, sabotearon la empresa que mayoritariamente le da de comer al pueblo venezolano, trancaron avenidas, cerraron Bancos, mataron a dirigentes campesinos, etc. Pero allí no radica el Poder. El Poder nos toca ejercerlo a nosotros construyendo, alfabetizando, produciendo, soñando, amando.



Mi Padre, que en paz descanse, me decía mucho, que hay tres tipos de mentirosos: Los que mienten mucho, los que mienten poquito, y los estadísticos.
Si algo he aprendido es a no creer en las encuestas, porque mi experiencia ha sido la de ver cómo se equivocan casi siempre de manera intencional y con objetivos político específicos. Sería un buen estudio hacer el análisis estadístico de las veces que han acertado y las que no. Seguramente en los últimos 25 años las estadísticas estarían a favor de las estadísticas que se equivocaron.


Me acaban de contar dos chistes.
El primero:
Bush se dirige a una Escuela primaria a dictar una conferencia. Después de concluida se para un niño llamado Bob a hacerla preguntas. Dice:
- Señor Presidente, tengo tres preguntas que hacerle.
¿Por qué si usted no ganó en las urnas, porque ganó como presidente?
¿Por qué ese afán desmedido para bombardear Irak?
¿Por qué bombardeó Afganistán para encontrar a Bin Laden y no lo pudo encontrar, matando a miles de inocentes?

En eso sonó el timbre del recreo. Al regreso a clases, y con el ánimo de continuar con las preguntas, se para un niño llamado Meter y le dice:
- Señor Presidente, yo tengo 5 preguntas que hacerle:
¿Por qué si usted no ganó en las urnas, porque ganó como presidente?
¿Por qué ese afán desmedido para bombardear Irak?
¿Por qué bombardeó Afganistán para encontrar a Bin Laden y no lo pudo encontrar, matando a miles de inocentes?
¿Dónde está Bob?
¿Por qué sonó el timbre del recreo 20 minutos antes?


El segundo:
Estaba un hombre paseando cuando se encontró con una lámpara maravillosa. Algo incrédulo la frotó para ver que pasaba y en eso apareció un Genio. El hombre contento se apresuró a decirle que le cumpliera con sus tres deseos. A lo que el genio le contestó:
- No señor, la cosa está difícil, y sólo te puedo dar un deseo. Así que piénsalo bien.
- Bueno, en estos últimos tiempos he estado pensando mucho en mi Madre que falleció el año pasado. Mi deseo es que me la traigas de vuelta.
- No señor, eso es muy difícil. Imagínate, tengo que ir al cielo, entrevistarme con San Pedro que siempre está muy ocupado. Después buscarla entre todos los fallecidos, de todos los tiempos, de todos los países, de todas las religiones. Y dígame si allí no se encuentra. Tengo que bajar al infierno, hablar con Lucifer, que es más ocupado que San Pedro y buscarla entre más gente aún, porque al parecer va más gente al infierno que al cielo. No señor, eso es muy difícil, pide otro deseo.
- Bueno, está bien: Que se vaya Chávez.
- ¿Cómo fue que me dijiste que se llamaba tu Mamá?


…máquinas de mentir, máquinas de castrar, máquinas de dopar: los medios de comunicación se multiplican y difunden democracia occidental y cristiana junto con violencia y salsa de tomate. No es necesario saber leer y escribir para escuchar la radio a transistores o ver la televisión y recibir el cotidiano mensaje que enseña a aceptar el dominio del más fuerte y a confundir la personalidad con un automóvil, la dignidad con un cigarrillo y la felicidad con una salchicha…

Eduardo Galeano



Se nos ha enseñado que lo que dice la prensa o la televisión es la verdad. Cuando hay discusiones suele usarse como argumento para validar lo que se afirma el que se leyó en el periódico o que lo dijeron en la televisión. Sin embargo soy de los que muy por el contrario cree que la condición de ser de los medios de comunicación es más la transmisión de mentiras que la de la información veraz.
Groucho Marx consideraba a la televisión como educativa porque cada vez que la prendía le provocaba ir a leer un buen libro.
A veces despreciamos el poder de los medios de comunicación. No solamente son capaces de mentir, sino de construir grandes mentiras. Por ejemplo, se acuerdan del grupo musical Los Monkees. Estos a finales de los años sesenta y principios de los setenta surgieron como contraparte norteamericana al avasallante triunfo y popularidad del grupo inglés Los Beatles. Recuerdo que cuando muchacho nos dividíamos los amigos entre los partidarios de los Monkees y los partidarios de los Beatles. Pues, los Monkees nunca existieron. Eran un montaje mediático. Que decepción cuando después de dos décadas me enteré del asunto. ¿Cómo pudieron engañar a tanta gente durante tanto tiempo?
Otro caso que huele a mentira es el del supuesto avión que se estrelló el 11 de Septiembre en el pentágono. Primero se dijo que fue un camión bomba, luego que fue un avión, pero cuando hemos visto miles de veces como se estrellaban los aviones en las torres gemelas no han pasado fotografías de los restos del supuesto avión que se estrelló en el pentágono. ¿Cómo se estrelló dañando sólo la planta baja del edificio? ¿Por qué causó tan pocos daños tratándose de un Boeing que por lo menos viajaba a 400 kilómetros por hora? Definitivamente hay mucho de raro en este suceso y han circulado por el mundo muchas interrogantes. Sin embargo los medios de comunicación se conformaron con las contradictorias versiones oficiales y pasaron la página solamente dándole importancia a lo que sucedió en las torres gemelas.

Las mentiras se pueden estructurar a grandes escalas y los ejemplos son infinitos. Para citar un ejemplo más. Es asombroso como durante años se ha hecho que pensemos en Cristóbal Colón como un ser bondadoso que no tuvo nada que ver con los desmanes posteriores de la conquista, y sin embargo fue el que comandó la primera gran matanza de indígenas en territorio americano. Las mentiras también se construyen a niveles nacionales y aquí en Venezuela tenemos infinitos ejemplos. Sin querer hacer una defensa de Pérez Jiménez, que estoy bien lejano a querer hacerla, pero en todos sus años de gobierno no tuvo la cantidad de presos políticos que tuvo Betancourt en su primer año de gobierno ni tampoco tuvo la cantidad de asesinatos políticos. Sin embargo se nos enseñó que Rómulo Betancourt era el padre de la Democracia.
La primera y más grande mentira de los medios de comunicación es que luchan por la libertad, por la democracia, por la educación, o cualquier otro valor de los que pregonan como objetivos. Habría que citar a Cantinflas cuando le decía a otro: “¿Hablamos como caballeros o hablamos como lo que somos?”
Lo que son los medios, y su razón de ser es la de hacer negocios. Ganar dinero es su objetivo principal y de allí la eterna pelea por conquistar el rating, inclusive valiéndose de cuanto programa que transmita antivalores pero que le resulte como captación de audiencia sea transmitido sin importarles el que esté en contradicción de lo que pregonan como su lucha primordial de transmitir la verdad, la formación educativa, el sano esparcimiento y la defensa de la libertad de expresión.
¿Cuántas veces hemos visto en series televisivas al héroe practicar la tortura como método de “sacarle” la verdad al delincuente? ¿Cuántas veces hemos visto en las telenovelas el que los personajes usen la agresión permanentemente sabiendo que esto es un modelo a seguir por los televidentes? ¿Cuántas veces hemos visto a los noticieros acomodar las noticias de acuerdo a los intereses que realmente ellos defienden? ¿Cuántas veces hemos visto transmitir informaciones falsas y posteriormente no se hace nada por desmentirlas?

2003

No hay comentarios: