SIN TÍTULO

Yo que he visto cómo se construyen las injusticias, y he visto partir a gente amiga, generosa y combatiente, por ser culpables de luchar por un mundo más hermoso, quisiera no llenar de odio mi corazón y conservar la frescura hasta el fin de mis días. Yo que he testimoniado cómo muchos de aquellos que se hacen llamar políticos se dedicaron a robar y a matar sin que respondieran al llamado de sus responsabilidades, quisiera cultivar en mí mismo la pasión y el oficio del servicio. He visto cómo crece esta ciudad, llenando de barrotes las casas y las mentes, multiplicando la soledad, sustituyendo los colores caribeños por franelas negras de moda y edificios negros también de moda. La ciudad se llenó de pobreza y miseria y de sus inevitables consecuencias: niños abandonados, alcohólicos en la calle y en los grandes salones, delincuencia desatada y los sempiternos ladrones de cuello blanco que mastican y escupen decencia mientras se les pudre el alma. Yo sólo pido no desfallecer en los sueños y tratar mientras tanto a aprender a respirar, a comer, y a caminar. Alguna vez me han traicionado, he conocido fidelidades e infidelidades, he creído en uno que otro amigo que después me pagó con envidias y buscó serrucharme el piso. He presenciado cómo algunos se aferran a conseguir o mantener un pedazo de poder y cómo ejercen su “pequeña dictadura” sin ubicarla como lo que realmente es el poder, una simple ilusión. He discutido mucho creyendo y tratando de tener la razón, quedándome más que razón, sólo vacíos y sinsentidos. Hoy, quiero aprender el difícil arte de oír. Arte que nunca me enseñaron ni en la Escuela, ni en la Universidad, ni en la familia, ni en la sociedad. He visto cómo durante siglos el ser humano me ha dejado un legado histórico, humano e inhumano. Soy heredero de grandes hazañas y de crueles guerras. Soy heredero de siglos de trabajo para llegar a la construcción de la última y más sofisticada arma de guerra y de siglos de paz donde existió mucho amor y también mucho miedo. Quiero no irme de este mundo sin cancelar algunas deudas sin que para nada medie los sentimientos de culpa. Quiero sumarme a la legión de soñadores que creen que es posible contribuir a que el mundo sea más hermoso y más justo. Quiero hacer las cosas bien, quiero encontrarme a mí mismo pero no en la contemplación banal de mí mismo sino en la mirada y la lucha de los otros.. Quiero escribir y dibujar y abrazar a mis hijos y contemplar la naturaleza y ser parte de ella. Son tiempos de esperanza y lucha por los cuales no pasaré indiferente Conozco el amor, y sé que la dificultad más grande para amar es la incapacidad para amarse a sí mismo. Soy un ser privilegiado y le agradezco al destino porque conozco el amor. Por el amor vivo, y al amor le dedico mi vida.

1994

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